Trastornos de la alimentación

La apariencia personal es mucho más importante para los adolescentes que a los niños y adultos. A las mujeres les preocupa más su aspecto y tienden a estar más insatisfechas con él (Brooks-Gunn y Paikoff, 1993; Unger y Crawford, 1996), mientras tanto a los hombres les preocupa al principio de la adolescencia, ya que con los cambios propios de la adolescencia quedan más satisfechos.

El cuerpo femenino ideal es alto y esbelto en muchas naciones industrializadas. Estas normas culturales predominan sobre todo en la adolescencia, generando un conflicto ante una cultura que aprecia la esbeltez. Los elementos del modelo biopsicosocial propician los trastornos de la alimentación en otras formas. La dinámica familiar, los factores psicológicos, socioculturales, etc. también son importantes. Estos problemas suelen ser recurrentes en hogares autoritarios que conceden poca libertad a los hijos, al comenzar a buscar su aoutonomía, descubren que el peso es algo que pueden controlar.

Anorexia y bulimia

¿Qué es la anorexia y la bulimia?

La anorexia es el trastorno de la alimentación que consiste en el rechazo a la ingesta de alimentos. La bulimia es el trastorno tabién de la alimentación que se caracteriza por la ingesta excesiva de alimentos (atracones de comida) acompañada por una sensación de culpa que obliga al individuo a provocarse el vómito luego de éstos.

La anorexia y bulimia se parecen en muchos aspectos. Ambos trastornos se caracterizan por la percepción distorsionada que tiene el individuo de sí mismo. Afectan principalmente a la mujer y se manifiesta en su mayoría de casos, en la adolescencia. Estos trastornos de la alimentación son graves y suelen deberse a los factores biológicos, psicológicos y socio-culturales a los cuales son expuestos día a día los adolescentes.

El hincapié cultural en la esbeltez y una vida hogareña controlada favorecen los trastornos de la alimentación, pero existe además un factor biológico. Diversos estudios han señalado que existe una predisposición heredada a la anorexia y la bulimia, quizá debido a una personalidad propensa a la rigidez y a la ansiedad (Strober, 1995).